por Kaos. Andalucía
Jueves, 05 de Diciembre de 2013 14:51
En torno al centenar de personas recorrieron ayer las calles del
centro de Granada para recordar y honrar la memoria del 4 de Diciembre
de 1977. Masiva presencia de banderas andaluzas en un acto muy emotivo
para que, pese a no ser todos los que se debería, no se olvide la
vigencia de tal fecha.
No fue una manifestación masiva ni se recordará por ser la
concentración que más personas ha sacado a la calle en Granada en los
últimos años. Sin embargo, los presentes coincidían en la importancia
del acto, en tanto que continuación de aquel espíritu de lucha y
conciencia nacional que recorrió Andalucía
en los primeros años de la mal llamada transición, y en concreto de
aquel 4 de Diciembre donde más de 2 millones de andaluces y andaluzas
salieron a las calles a pedir autogobierno.
La marcha, que salió en torno a las 19:00 de los comedores universitarios, recorrió varias calles del centro de Granada, hasta finalizar en la subdelegación del gobierno. Las más de 100 personas presentes ondearon sus banderas y lanzaron sus proclamas soberanistas ante la presencia de un importante núnero de viandantes, que a esas horas llenaban las calles por donde transcurrió la manifestación.
Una gran bandera blanca y verde, de varios metros de longitud, encabezaba la movilización, portada por varios militantes andalucistas, tras la cual la dignidad de un pueblo que se resiste, al menos en sus ciudadanía más consciente, a ponerse de rodillas ante el subdesarrollo y la dependencia que el estado español impone a Andalucía desde hace siglos, se hacía presente en el rostro de todos esos hombres y mujeres que ayer, una vez más, salieron a la calle a conmemorar el día nacional de Andalucía.
No eran miles, no eran mayoría, pero eran militantes convencidos de que no queda más camino para sacar a Andalucía de la situación en la que se encuentra en la actualidad que la lucha, y que esa lucha pasa necesariamente por retomar las viejas proclamas del nacionalismo histórico, pidiendo tierra y libertad, que no es otra cosa que pedir soberanía para Andalucía, para que algún día el pueblo andaluz pueda ser verdaderamente dueño de su futuro.
Tras la marcha, representantes de diferentes colectivos (SAT, CUT-BAI, Nación Andaluza, MAIS, etc.) realizaron diferentes intervenciones para recordar el motivo de la concentración, tanto desde una perspectiva histórica, como desde claves de actualidad.
Tantos los unos como los otros insistieron en recordar la importancia que el 4 de Diciembre tuvo para la historia de Andalucía, así como el proceso de desmantelación que aquel "espíritu" de lucha y reivindicación soberanista fue sufriendo paulatinamente con el paso de los años, resaltando la necesidad, en el momento actual, de recuperar lo esencial de aquella lucha y convertirlo en un arma de futuro para los trabajadores y trabajadoras de Andalucía.
El acto finalizó con el canto, puño en alto, del himno nacional andaluz. Y con ese "Andaluces levantaos, pedir tierra y libertad", los convocantes y asistentes se citaron para el año próximo, con la esperanza de que, para entonces, sean más los ciudadanos y ciudadanas que salen a conmemoria y honrar la memoria del 4-D.
Pero, si no los fueran, la sola presencia de estos militantes y simpatizantes andalucistas en las calles, con sus consignas soberanistas y sus proclamas de lucha obrera, será ya motivo suficiente de honra, como lo fue ayer, a la memoria de Caparrós y todos esos millones de andaluces y andaluzas que un día salieron a la calle con la esperanza de que Andalucía pudiera tener un futuro, algo que nunca llegó, y que, por ello mismo, hace tan necesarios hoy actos como los de ayer.
La marcha, que salió en torno a las 19:00 de los comedores universitarios, recorrió varias calles del centro de Granada, hasta finalizar en la subdelegación del gobierno. Las más de 100 personas presentes ondearon sus banderas y lanzaron sus proclamas soberanistas ante la presencia de un importante núnero de viandantes, que a esas horas llenaban las calles por donde transcurrió la manifestación.
Una gran bandera blanca y verde, de varios metros de longitud, encabezaba la movilización, portada por varios militantes andalucistas, tras la cual la dignidad de un pueblo que se resiste, al menos en sus ciudadanía más consciente, a ponerse de rodillas ante el subdesarrollo y la dependencia que el estado español impone a Andalucía desde hace siglos, se hacía presente en el rostro de todos esos hombres y mujeres que ayer, una vez más, salieron a la calle a conmemorar el día nacional de Andalucía.
No eran miles, no eran mayoría, pero eran militantes convencidos de que no queda más camino para sacar a Andalucía de la situación en la que se encuentra en la actualidad que la lucha, y que esa lucha pasa necesariamente por retomar las viejas proclamas del nacionalismo histórico, pidiendo tierra y libertad, que no es otra cosa que pedir soberanía para Andalucía, para que algún día el pueblo andaluz pueda ser verdaderamente dueño de su futuro.
Tras la marcha, representantes de diferentes colectivos (SAT, CUT-BAI, Nación Andaluza, MAIS, etc.) realizaron diferentes intervenciones para recordar el motivo de la concentración, tanto desde una perspectiva histórica, como desde claves de actualidad.
Tantos los unos como los otros insistieron en recordar la importancia que el 4 de Diciembre tuvo para la historia de Andalucía, así como el proceso de desmantelación que aquel "espíritu" de lucha y reivindicación soberanista fue sufriendo paulatinamente con el paso de los años, resaltando la necesidad, en el momento actual, de recuperar lo esencial de aquella lucha y convertirlo en un arma de futuro para los trabajadores y trabajadoras de Andalucía.
El acto finalizó con el canto, puño en alto, del himno nacional andaluz. Y con ese "Andaluces levantaos, pedir tierra y libertad", los convocantes y asistentes se citaron para el año próximo, con la esperanza de que, para entonces, sean más los ciudadanos y ciudadanas que salen a conmemoria y honrar la memoria del 4-D.
Pero, si no los fueran, la sola presencia de estos militantes y simpatizantes andalucistas en las calles, con sus consignas soberanistas y sus proclamas de lucha obrera, será ya motivo suficiente de honra, como lo fue ayer, a la memoria de Caparrós y todos esos millones de andaluces y andaluzas que un día salieron a la calle con la esperanza de que Andalucía pudiera tener un futuro, algo que nunca llegó, y que, por ello mismo, hace tan necesarios hoy actos como los de ayer.
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